El huracán Helene dejó una estela de destrucción y tragedia en su paso por el sureste de EEUU, afectando gravemente a la comunidad latina en Tennessee. En particular, la fábrica Impact Plastics en el condado de Unicoi se convirtió en el epicentro de una tragedia cuando varios trabajadores latinos quedaron atrapados durante la tormenta.
Las últimas palabras de estos trabajadores reflejaron el miedo y la desesperación que vivieron momentos antes de que el huracán acabara con sus vidas.
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Bertha Mendoza, de 56 años, fue una de esa trabajadora que envió un mensaje de despedida a su familia antes de que las inundaciones la atraparan.
“Dile a mis hijos que los quiero”, expresó, según relató su esposo, Elías Mendoza. “Esas fueron sus últimas palabras”, agregó el hombre entre lágrimas.
ACUSACIONES CONTRA LA FÁBRICA
La empresa Impact Plastics está bajo investigación, tras denuncias de que solo permitieron salir a los trabajadores del lugar cuando ya era “demasiado tarde” para evacuar.
“En ningún momento se les dijo a los empleados que serían despedidos si abandonaban las instalaciones. En el caso de los empleados que no hablaban inglés, había empleados bilingües entre el grupo de directivos que transmitieron el mensaje”, respondió la empresa a los señalamientos de los familiares y amigos de las víctimas.
Por su parte, Tennessee Immigrant and Refugee Rights Coalition aseguró que los migrantes no tenían servicios de interpretación. Específicamente, de agencias gubernamentales locales y estatales. También señalaron cómo a algunos familiares se les pedió que proporcionaran su identificación, lo que “dificultaba su capacidad para encontrar a sus seres queridos desaparecidos”.
El huracán Helene ha matado a más de 130 personas y ha dejado un rastro de destrucción desde que tocó tierra el pasado jueves en Florida como un ciclón de categoría 4. La cifra sigue en aumento a medida que continúan las labores de rescate.