La madrugada del domingo marcó lo que parece ser el final de un capítulo de 53 años en Siria con la caída del régimen de Bashar al-Assad.
En apenas diez días, una ofensiva insurgente coordinada tomó el control de Damasco, la histórica capital del país, y puso fin al gobierno de una de las dinastías más longevas y represivas del mundo árabe.
La ofensiva insurgente, liderada por Hayat Tahrir al Sham (HTS), una coalición de grupos islamistas con raíces en Al Qaeda, se desató el 27 de noviembre. En cuestión de días, las fuerzas rebeldes avanzaron con una velocidad sorprendente, capturando primero Alepo, luego Hama y, finalmente, Damasco. La retirada del ejército sirio fue tan rápida que dejó posiciones estratégicas, como el aeropuerto internacional, virtualmente desprotegidas.
نعيش في سوريا لحظات تاريخية ونحن نشهد سقوط النظام الاستبدادي في دمشق.
هذا التغيير فرصة لبناء سوريا جديدة قائمة على الديمقراطية والعدالة تضمن حقوق جميع السوريين.
— Mazloum Abdî مظلوم عبدي (@MazloumAbdi) December 8, 2024
«Estamos asistiendo a momentos históricos en Siria con la caída del régimen autoritario de Damasco. Este cambio brinda la oportunidad de construir una nueva Siria basada en la democracia y la justicia, que garantice los derechos de todos los sirios», declaró el jefe de las Fuerzas Democráticas Sirias dirigidas por kurdos, Mazloum Abdi, en X (Twitter)
ESCAPE DE ASSAD
Según informes del Washington Post y otras agencias internacionales, Bashar al-Assad abandonó Damasco la madrugada del domingo en un avión privado cuyo destino sigue siendo incierto. Datos del sitio Flightradar mostraron que la aeronave inicialmente voló hacia la costa siria, pero luego realizó un giro brusco antes de desaparecer del radar. Algunas fuentes sugieren que pudo haber sido derribado.
El Ministerio de Exteriores de Rusia confirmó que Assad dimitió y dejó el país tras negociar una transferencia pacífica del poder.
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La caída del régimen representa un duro revés para Irán y Rusia, principales aliados de Ásad durante el conflicto. Moscú, había invertido recursos militares y diplomáticos para mantenerlo en el poder. Irán, por su parte, pierde un importante aliado en el corazón de Oriente Próximo, lo que podría debilitar su influencia regional.
Con Damasco bajo control insurgente, los rebeldes han prometido allanar el camino hacia una Siria democrática y unificada. Mazloum Abdi, líder de las Fuerzas Democráticas Sirias, describió el momento como una oportunidad histórica para construir un país basado en la justicia y la democracia, informó El Mundo.
#8Dic #Siria
El régimen de Bashar Asad cayó la madrugada del domingo tras una repentina ofensiva insurgente que se extendió por todo el territorio occidental de Siria y tomó la capital en apenas diez días.
Las facciones rebeldes entraron esta madrugada en Damasco y declararon… pic.twitter.com/PxC7j71AJb
— Reporte Ya (@ReporteYa) December 8, 2024
SIRIA DEVASTADA
La caída del régimen de al-Assad pone fin a más de cinco décadas de gobierno autocrático, pero deja un país devastado. Con ciudades convertidas en escombros y millones de desplazados, la nueva administración de Siria enfrentará grandes retos, incluido la presencia de otros grupos armados en la zona.
A pesar de esto, en redes sociales se hicieron virales las imágenes del pueblo sirio celebrando la llegada de los rebeldes a Damasco y su libertad. De acuerdo con muchos expertos, falta esperar que los rebeldes cumplan su palabra de democracia y no se trate únicamente de un cambio de régimen autoritario.
«Celebramos con el pueblo sirio la noticia de la liberación de nuestros presos y la liberación de sus cadenas y el anuncio del fin de la era de injusticia en la prisión de Saydnaya», dijeron los rebeldes, en referencia a una gran prisión militar a las afueras de Damasco donde el gobierno sirio detenía a miles de personas.