La Alcaldía de Nueva York adoptó una postura firme en la defensa del estudiante venezolano Dylan López Contreras, quien fue detenido por agentes de inmigración tras asistir a una audiencia sobre su estatus migratorio.
De acuerdo con medios locales, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció que la ciudad se ha unido al caso como «amigos de la corte», argumentando que la detención del joven de 20 años es injustificada y vulnera su derecho al debido proceso.
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López Contreras, quien residía en El Bronx y no tiene antecedentes penales, acudió el 21 de mayo a una cita migratoria rutinaria para su solicitud de residencia permanente.
Sin embargo, al salir del tribunal en Manhattan, agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), vestidos de incógnito, lo siguieron y detuvieron.
La comunidad y activistas han denunciado que este tipo de acciones generan miedo entre los migrantes. Sobre todo, porque los disuade de acceder a servicios básicos y de cumplir con procedimientos legales.
El documento presentado por la Alcaldía en el Distrito Oeste de Pensilvania, donde López Contreras permanece detenido, enfatiza que su arresto sin causa afecta la seguridad de la ciudad. También que socava la confianza en las instituciones.
«Mantener seguros a los neoyorquinos siempre ha sido nuestra principal prioridad. Nuestra ciudad es menos segura cuando las personas tienen miedo de usar los recursos públicos. También cuando se ven obligadas a esconderse en las sombras», indicó Adams.

UN «PRECEDENTE PREOCUPANTE»
Además, el escrito destaca la contribución de los migrantes al crecimiento económico y cultural de Nueva York, subrayando la importancia de proteger sus derechos.
En tanto, la administración de Adams reiteró su compromiso con los migrantes, aunque ha sido criticada por su cooperación con políticas de deportación.
Este caso ha generado protestas y llamados a la acción por parte de organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes. La detención de López Contreras la catalogaron como un precedente preocupante. Esto, porque es el primer caso conocido de un estudiante del sistema educativo público de Nueva York arrestado por ICE.
En concreto, activistas han exigido mayor transparencia y garantías para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.