El presidente de Colombia, Gustavo Petro, insistió en que la solución de la crisis política en Venezuela pasa por la instalación de un «gobierno de transición compartido».
«Un gobierno de transición compartido para convocar una voluntad popular amplia que decida sobre acuerdos y puede abrir caminos de democracia, sin presiones indebidas», dijo el mandatario colombiano a través de sus redes sociales.
En este sentido, recordó que se trata de una propuesta que lleva tiempo poniendo sobre la mesa, pero que ninguna de las partes involucradas han estado dispuestas a aceptar.
«Participé activamente buscando un diálogo nacional en Venezuela, y medié algo entre el gobierno de Maduro y el de Biden, antes de elecciones. Se reunieron en Bogotá los gobiernos de Europa, EEUU, Venezuela y Colombia e hizo presencia la oposición venezolana La idea era lograr un desmonte de sanciones a Venezuela y a Maduro, abrir un clima de descalamiento del conflicto político rápido y lograr elecciones libres cuánto antes», recordó.
No obstante, señaló que ni los Estados Unidos, ni el gobierno de Nicolás Maduro cedieron. «No se presentó el desbloqueo de Venezuela, ni dejaron participar a María Corina, ni le quitaron el precio a la cabeza de Maduro y las elecciones no fueron libres».
«Dije públicamente: no son libres las elecciones bajo un país bloqueado. Creo que la estrategia fue equivocada para una solución política y que era más valiosa la que bajo la experiencia colombiana, en la violencia de mediados del siglo XX se produjo y que no se puede imponer, pero sí proponer», asentó.
Participé activamente buscando un diálogo nacional en Venezuela, y medie algo entre el gobierno de Maduro y el de Biden, antes de elecciones.
Se reunieron en Bogotá los gobiernos de Europa, EEUU, Venezuela y Colombia e hizo presencia la oposición venezolana
La idea era lograr…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 21, 2025
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«Tanto al gobierno de Biden, como a los miembros de la oposición Venezolana en reunión hecha en Bogotá, como a Maduro, les expuse la posibilidad de un gobierno compartido al estilo del Frente Nacional de Colombia, durante un tiempo que permitiera la construcción de confianza y la realización ahí sí de elecciones libres», recordó.
Al respecto, Petro recalcó que ni el gobierno de Maduro, ni Estados Unidos quisieron seguir adelante con su propuesta. «A algunas personas de la oposición les gustó y a otras personas en el gobierno les disgustó, propuse que el acuerdo se llevara a plebiscito o declaración unilateral de estado ante las Naciones Unidas, pero al final tampoco se llevó a la práctica. Habíamos configurado una comisión internacional latinoamericana entre México de López Obrador, Brasil con Lula y mi gobierno, para posibilitar la mediación, pero el sectarismo reinante y el afán de Biden no permitieron alcanzar una salida negociada de ningún tipo».

«El desacuerdo, las elecciones enturbiadas, el bloqueo profundizado y ahora la amenaza armada extranjera, dan al traste con una solución política que debe nacer del pueblo venezolano. Siempre que en la complejidad social venezolana se intente una exclusión de un sector poblacional real, la posibilidad de una solución política se alejara. Un desmantelamiento violento del estado venezolano actual traerá un fortalecimiento de los grupos y bandas armadas que buscarán control territorial», advirtió.
CONSECUENCIAS DE UN CONFLICTO ARMADO
Petro indicó que «se piensa en una solución ‘quirúrgica’ al estilo de Panamá, pero se olvida que en Panamá hubo miles de muertos, y se olvida que hay ya miles de hombres armados a lado y lado de la frontera sin mayor intención por el poder en uno y otro país visto como poder nacional, pero sí con la intención de controlar territorios y poblaciones locales en búsqueda de economías ilícitas que abundarían por doquier, incluido el control sobre porciones de la economía petrolera».
En esta línea, destacó el gran problema que representan los grupos irregulares. «Las economías ilícitas pueden mantener grupos armados y hasta ejércitos tan fuertes como para fragmentar el territorio y el Estado, no solo en Venezuela sino en la misma Colombia», comentó.
«Por eso me opongo a salidas no dialogadas y que intenten el triunfo de un sector sobre el exterminio del otro. La gran guerra civil colombiana liberal/conservadora de mediados del siglo XX, demostró que las políticas de exclusión y de abolición violenta de la diferencia, no sirven para nada. Después de 300.000 asesinados en Colombia, hubo diálogo y un gobierno compartido que al menos supo terminar una violencia», concluyó.

