Una jueza federal en Tennessee (EEUU) ordenó la liberación bajo palabra de Kilmar Ábrego García, un migrante salvadoreño de 29 años acusado de liderar una red internacional de tráfico de personas.
La decisión, tomada este miércoles, 25 de junio, por la jueza Barbara Holmes, contradice las objeciones del gobierno federal, que había solicitado su detención preventiva.
LEA TAMBIÉN: MIGRANTE DEVUELTO DESDE EL SALVADOR A EEUU SE DECLARÓ NO CULPABLE DE TRÁFICO DE PERSONAS
Holmes argumentó que no se presentaron pruebas concluyentes, que demostraran que Ábrego representa un peligro inmediato o un riesgo de fuga.
La jueza impuso estrictas condiciones para su liberación: arresto domiciliario, monitoreo electrónico, pruebas obligatorias de drogas, terapia de manejo de ira y la prohibición de contacto con miembros de la pandilla MS-13.
Aunque la fiscalía sostiene que Ábrego tiene vínculos con esta organización, la jueza consideró que los testimonios eran vagos y contradictorios.
Holmes también exhortó al gobierno a no frustrar el proceso penal interfiriendo con su comparecencia ante la justicia.
En este sentido, aunque se emitió una orden judicial, la jueza dejó claro que Ábrego García podría ser arrestado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Esto, tan pronto como salga en libertad.
Subrayó, que esa determinación corresponde al gobierno federal y escapa a la competencia de su tribunal.
La historia de Ábrego García es compleja y polémica. Fue deportado a El Salvador en marzo, a pesar de contar con una orden judicial que impedía su expulsión.
El gobierno alegó un “error administrativo” y la Corte Suprema ordenó su retorno a Estados Unidos, donde fue formalmente acusado por un gran jurado en Nashville de participar en una conspiración para introducir migrantes indocumentados desde Centroamérica y Sudamérica entre 2016 y 2025.
Sobre estas acusaciones, el migrante negó los cargos y se declaró no culpable.
El caso ha generado protestas y atención mediática. De hecho, el migrante se convirtió, de momento, en un símbolo de las supuestas fallas del sistema migratorio estadounidense. Sobre todo, desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca.
Jennifer Vásquez Sura, esposa de Abrego García, denunció que su pareja fue “secuestrada por la administración Trump” por unos 106 días. Por tanto, celebró su liberación como un acto de justicia.
Mientras tanto, sigue la incertidumbre sobre su futuro, porque el ICE podría detenerlo nuevamente y proceder a una segunda deportación.