En respuesta a la creciente preocupación por posibles redadas de inmigración en escuelas públicas, varias instituciones educativas públicas en EEUU han implementado guías de acción para proteger a sus estudiantes migrantes.
Estas guías están diseñadas para garantizar la seguridad y los derechos de los estudiantes, y para proporcionar instrucciones claras sobre cómo responder en caso de que agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) intenten ingresar a las instalaciones escolares.
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“Como educadores hemos aceptado la sagrada responsabilidad de proteger a los estudiantes independientemente de su estatus migratorio y de proteger a las familias y comunidades. Tenemos la responsabilidad profesional y moral de mantener seguros a nuestros estudiantes, especialmente si Trump envía a ICE a nuestras comunidades”, dijo a la prensa, Noel Candelaria, secretario de tesorería de la Asociación Nacional de Educación (NEA, en inglés).
En California, por ejemplo, el sistema escolar ha emitido una guía de 54 páginas que describe las protecciones legales para los estudiantes migrantes y proporciona instrucciones sobre cómo las escuelas deben responder ante solicitudes de las fuerzas del orden.
Esta guía también hace hincapié en la necesidad de que los distritos escolares cuenten con planes de acción en caso de que se presenten solicitudes migratorias.
La idea es asegurar que los estudiantes puedan continuar su educación sin temor a ser detenidos o deportados.
Las escuelas también han reafirmado su compromiso de no colaborar con los agentes del ICE en la ejecución de medidas migratorias.
En Denver, Colorado, el sistema de Escuelas Públicas de Denver (DPS) ha declarado que no permitirá la entrada de agentes federales a sus instalaciones a menos que haya una orden judicial.
La guía de DPS para el personal educativo incluye instrucciones sobre cómo reaccionar en caso de que funcionarios federales busquen ingresar a las instalaciones.
La implementación de estas guías ha sido bien recibida por la comunidad migrante, que ha expresado su alivio por la protección adicional.
Sin embargo, también ha generado preocupación sobre la incertidumbre que rodea las políticas migratorias del nuevo gobierno y cómo estas podrían cambiar en el futuro.
En tanto, las escuelas continúan monitoreando la situación y ajustando sus planes de acción según sea necesario para proteger a sus estudiantes.