Lenore Lindsey siempre se había preguntado qué había sido del bebé que dio en adopción en 1974. A los 17 años, se vio obligada a tomar una decisión difícil que marcaría su vida. Sin embargo, jamás imaginó que décadas después, ese hijo, aparentemente perdido, estaría más cerca de lo que creía.
Vamarr Hunter, de 50 años, —su hijo— era un cliente regular de la pastelería Give Me Some Sugah, propiedad de Lindsey y ubicada en Chicago.
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Cada semana visitaba el establecimiento atraído por las barras de limón y los panqueques, así como por el ambiente cálido del lugar. Lo que desconocía era que la conexión que tenía con ese lugar iba mucho más allá de la repostería.
Hunter descubrió que era adoptado a los 35 años, una noticia que lo sacudió profundamente. Aunque le llevó años procesar la revelación, sintió la necesidad de encontrar sus raíces.
En 2022, decidió buscar a su madre biológica con la ayuda de la genetista Gabriella Vargas, según informó The Today Show.
Después de varios meses de análisis y rastreos, Vargas encontró una coincidencia y se puso en contacto con Lindsey, quien ahora tiene 67 años.
Lindsey, tomando una medida de precaución, llamó a Hunter desde la fila de la panadería para asegurarse de su identidad.
La llamada sorprendió a Hunter cuando vio que el identificador de llamadas mostraba el nombre «Give Me Some Sugah».
La conversación se llenó de emoción cuando ambos se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo. Hunter declaró que la tienda, la cual visitaba cada semana desde hace más de una década, siempre le había proporcionado un ambiente muy cómodo.
Solía comprar barras de limón y panqueques, y Lindsey bromeaba preguntándole si se comería “todo eso”. Este inesperado reencuentro ha sido una conmovedora sorpresa para ambos, llenando sus corazones de alegría.
SU HIJO Y ELLA SE UNIERON EN UN DIFÍCIL MOMENTO
Su reencuentro, aunque lleno de emoción, estuvo ensombrecido por la dura lucha de Lindsey contra el cáncer de mama. A esto se sumó un derrame cerebral sufrido en junio de 2022, que puso en riesgo la continuidad de su querida panadería. Sin embargo, el amor filial de Hunter demostró ser su mayor apoyo.
Decidido a mantener vivo el legado familiar y ayudar a su madre, se sumergió en el mundo de la panadería, aprendiendo a hornear y dedicando gran parte de su tiempo libre a mantener el negocio a flote.
“Como ella seguía intentando regresar, después de una semana aproximadamente, volvió al hospital otra vez. Y sentí que estaba tratando de hacer demasiado, así que solo quería intentar entrar y ayudar en lo que pudiera”, contó Hunter durante una entrevista con el periódico Chicago Sun-Times.