La historia María Rosenthal, la monja que fue decapitada porque pensaban estaba poseída

La historia María Rosenthal, la monja que fue decapitada porque pensaban estaba poseída

Carlos Ramiro Chacín
Por Carlos Ramiro Chacín 3 Min de Lectura
3 Min de Lectura

En los últimos días, se viralizó una publicación en Twitter sobre una monja que fue decapitada por la Iglesia Católica porque estaba poseída. Incluso, la historia dice que la cabeza de la mujer está guardada en El Vaticano.

La historia se remonta hasta 1742 en el monasterio de Hohenwart, en Alemania. Una de las monjas, Josephine Rosenthal, resultó embarazada, aunque ella aseguraba que nunca había tenido relaciones sexuales.

Las autoridades eclesiásticas la enviaron al Consejo de Benedicto XIV en El Vaticano y le hicieron varias pruebas. Tras las evaluaciones, concluyeron que era cierta su versión y el embarazo fue tomado como inmaculada concepción.

La Iglesia investigó el embarazo de la monja. Foto: cortesía

La monja llegó a ser tratada como una santa, pero murió en el parto. Su hija, María Rosenthal, quedó en manos de la Iglesia, pero tenía una peculiaridad que la hacía ver como algo demoníaco: era hermafrodita.

LA VIDA DE LA MONJA FUE UN INFIERNO

En esa época, la Iglesia pensó que la condición de María era un indicativo de que estaba poseída. Esto provocó que toda su vida fuera un infierno, en el que la desplazaron y la humillaron, de acuerdo con la Colección Cryptid Merrylin.

Las personas de Hohenwart comenzaron a tenerle miedo, dado que todos creían que estaba poseída y se quedó sola. La joven escribió un diario, en el que relataba todos los abusos, humillaciones y maltratos que recibió.

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Fotografía de la cabeza de la monja y la caja. Foto: cortesía

Finalmente, las autoridades eclesiásticas decidieron que la joven debía morir a los 33 años como un acto para derrotar al Diablo. Sin embargo, la monja se enteró y decidió quitarse la vida antes de cumplir esa edad.

Ante este escenario, los sacerdotes habrían decidido decapitarla y guardar la cabeza en una caja con una cruz. También lo acompañaron de un frasco de sangre, un candado y los escritos de su diario.

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