La Fiscalía de República Dominicana presentó un extenso expediente en contra de los hermanos Antonio y Maribel Espaillat López tras la tragedia que dejó 236 personas muertas y más de 180 heridas en la discoteca Jet Set de Santo Domingo.
El organismo señaló a los propietarios del local como responsables de graves negligencias estructurales y de haber actuado con pleno conocimiento de los riesgos fatales que enfrentaban sus clientes.
El informe acusa a los imputados de «sobrecargar el techo» del establecimiento y de ejecutar modificaciones estructurales sin permisos ni respaldo técnico. Según la Fiscalía, los hermanos incurrieron en una «cadena de acciones y omisiones» que incluyeron la ausencia de permisos de construcción, reparaciones deficientes, eliminación de elementos clave de soporte y la desatención a señales claras de peligro.
En este sentido, indicó que todo demuestra un «patrón sistémico de irresponsabilidad y negligencia», según citó un documento revelado parcialmente por Dominican Today.
El texto precisó que al momento en el que modificaron el inmueble para albergar grandes espectáculos no contaron con la debida supervisión técnica.
LES HABÍAN PEDIDO SUSPENDER EL SHOW
El Ministerio Público aseguró que la tragedia se podía prevenir. No obstante, los hermanos decidieron ignorar todas las advertencias y siguieron adelante con el evento que tenían previsto.
“Los dueños del Jet Set ignoraron las explícitas advertencias sobre el material que caía del techo y el riesgo inminente”, reseñó el expediente. Uno de los elementos más alarmantes es que la acusada Maribel Espaillat fue notificada horas antes del colapso sobre la caída de escombros, y aun así se negó a suspender el evento, argumentando que no podía hacerlo por la ausencia de su hermano Antonio.
Según el expediente, esto revela que le dieron prioridad a los ingresos económicos por encima de la seguridad de cientos de personas.
«La tragedia pudo ser enteramente prevenible», destacó el documento, que también detalló la falta de muros de carga, el anclaje deficiente de vigas y la ausencia de una columna esencial para la estructura del techo.
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A cargo de los peritajes a la discoteca Jet Set estuvieron ingenieros especializados en estructuras sismorresistentes y patologías estructurales. Los expertos señalaron que el techo tenía sobrecarga con equipos pesados, incluyendo seis aires acondicionados industriales, ductos, tinacos de agua y casetas técnicas, sin ninguna verificación de capacidad estructural.
Las investigaciones añadieron que la discoteca operó durante años con una política de «grave negligencia sistemática», sin cumplir con las normativas de construcción ni de uso de suelo. Se realizaron remodelaciones y ampliaciones sin permisos del Ministerio de Obras Públicas ni de la Alcaldía del Distrito Nacional, incluyendo la instalación de escenarios, bares, áreas VIP y sistemas de iluminación.
Según el Ministerio Público, Antonio y Maribel Espaillat estaban plenamente conscientes de los problemas estructurales, ya que habían recibido fotos, videos y reportes de sus propios empleados alertando sobre el deterioro del techo. Aun así, los acusados habrían optado por “soluciones paliativas inadecuadas” con tal de ahorrar dinero.
“La cadena de acciones y omisiones de los imputados demuestra un patrón sistemático de irresponsabilidad y negligencia que causó 236 muertes y más de 180 heridos”, puntualizó el informe de la Fiscalía.
DUEÑOS EL JET SET SALIERON BAJO FIANZA
El Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional impuso a Antonio y Maribel Espaillat una fianza del equivalente a 850 dólares a cada uno, así como impedimento de salida del país y presentación periódica ante las autoridades.
El Ministerio Público anunció que apelará la medida, ya que había solicitado prisión preventiva para Antonio y arresto domiciliario para Maribel. Ambos estuvieron detenidos durante una semana hasta que recibieron el beneficio de la fianza.