El Acuario de São Paulo en Brasil presentó el pasado jueves ante al público a Nur, la primera osa polar nacida en Latinoamérica y una de las pocas crías en cautiverio que existen de esta especie, amenazada por el cambio climático.
Un video difundido en redes sociales evidenció el momento en el que la osezna salió de la cueva para dar una vuelta por el recinto refrigerado. Este espacio cuenta con roca falsa y agua, con el fin de adaptarlo a lo más parecido posible al hogar natural de esta especie.
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Nur, que en árabe significa luz, nació hace tres meses y mide medio metro de longitud. Asimismo, se mueve a trompicones, al tiempo que intenta seguir los pases de su madre Aurora, una osa de 263 kilos y dos metros de altura. Esta nació en libertad en Rusia, antes de quedarse huérfana y tuvieran que trasladarla a un zoológico.
#Mundo Histórico nacimiento en Brasil. El acuario de Sao Paulo celebró e informó el nacimiento de Nur, la primera osezna polar nacida en cautiverio en América Latina. Este acontecimiento se podría traducir como un importante logro en la conservación de esta especie amenazada por… pic.twitter.com/6pONBLNPfb
— Última Hora Col (@ultimahoracol_) March 2, 2025
Al respecto, la veterinaria jefe del acuario, Laura Reisfeld, reconoció estar visiblemente aliviada con el progreso de la osa, ya que sus primeras 72 horas fueron críticas. «Tuvimos suerte de que la madre desplegara un instinto perfecto con Nur y el equipo no tuvo que hacer ningún tipo de intervención, que es lo ideal», dijo a EFE.
Solo seis osos polares nacieron en cautiverio en todo el mundo en 2024, mientras que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza estima que existen 26.000 animales de esta especie amenazada por el calentamiento global y derretimiento del hielo como consecuencia.
CONDICIONES PARA REPRODUCCIÓN EN CAUTIVERIO
Con el fin de aproximar el recinto al hábitat natural de la especie, un total de 18 máquinas de aire acondicionado mantienen la temperatura ambiente. Asimismo, ayudan a que el agua se mantenga cerca de los 15 grados.
Igualmente, cuando las olas de calor golpean, las cuales tienden a ser extremas en São Paulo, el techo permanece cerrado para que no se escape el fresco. Así, Nur y su madre seguirán disfrutando de un entorno similar al original.
«Sabemos que no se sentirían cómodos con temperaturas como estas, por lo que trabajamos con temperaturas más controladas», detalló Reisfeld.
