Los "problemas emocionales" son cada vez más frecuentes

Los «problemas emocionales» son cada vez más frecuentes

En un mundo retador y convulso…

Caraota Digital
Por Caraota Digital 9 Min de Lectura
9 Min de Lectura

Por María Laura García

¿Crees que los problemas mentales son de unos pocos nada más o son una cuestión “sólo” de locos? ¿Trabajas en tu salud mental? ¿Piensas que esos malestares no te afectan a ti y no buscas ayuda porque crees que no la necesitas? A pesar que actualmente se habla con más “libertad” o normalidad de los trastornos emocionales, todavía es mucho lo que nos falta por recorrer para derribar los tabúes y falsas creencias que se han tejido al respecto.

La mayoría, cuando algo les duele, consulta al médico, ¿Por qué no terminamos de entender que ese órgano que es el cerebro, que es un gran laboratorio bioquímico, igual puede afectarse y hacernos sentir mal emocionalmente? Pero peor aún, estos desordenes bioquímicos cerebrales, pueden afectar el funcionamiento de otros sistemas del cuerpo y, por consiguiente, enfermarnos no sólo psíquicamente sino orgánicamente.

No reconocer o aceptar lo que nos sucede, “nos somete” y solo lo que aceptamos, nos transforma. Cuidado, considera que no atender a tiempo, nuestras necesidades emocionales con un especialista, puede hacer que esos cambios cerebrales se agudicen y que esas modificaciones neuroquímicas puedan dar lugar a enfermedades de cuidado, como por ejemplo, una depresión.

Todo lo que pasa por nuestra mente tiene gran repercusión en nuestra vida y cuerpo, razón por la cual, vale la pena trabajar en ella, bregarnos una mente en equilibrio.

¿Qué es o representa un problema emocional?

Tienes que estar claro o clara que tener un problema emocional, no implica estar loco, pero, si debemos tener presente que, lo mejor es atender cualquier malestar a la brevedad, porque un trastorno emocional no es otra cosa que, un desbalance neuroquímico que afecta nuestras percepciones y toma de decisiones, el cual puede ser consecuencia de diferentes factores. Por su complejidad, dicho trastorno, cuando es importante, casi nunca pasa por sí solo, y se requiere de asistencia profesional para superarlos. Busca ayuda, yo lo hago siempre.

Solicita apoyo si presentas una condición psicológica en la cual muestras cualesquiera de los siguientes rasgos durante un tiempo indeterminado y éstos, interfieren severamente en tu desenvolvimiento cotidiano. Te los voy a mencionar:

Te cuesta concentrarte, fijar conocimientos o tu memoria falla, sin que tus capacidades sean limitadas por cualquier causa orgánica de nacimiento o presentes alguna “condición especial”.

Se te dificulta mantener relaciones con otros o socializar. Experimentas sentimientos inadecuados o te cuestas asumir el control de tus comportamientos. Te sientes muy triste y con desgano la mayor parte del tiempo, más no te provoca nada. Estás somatizando un malestar producto de algo que negativo que te sucedió.

¿Por qué surgen estos problemas emocionales?

La solución comienza amigos por encontrar la causa, y como habrás escuchado hasta el cansancio, el primer detonante es el estrés; y lamentablemente, casi todos estamos sometidos a altas dosis, sin saber manejar y controlar ese alto estrés; lo que nos expone, si esa situación se vuelve sostenida, a padecer el síndrome de burnout, con lo cual los pensamientos negativos nos sobrepasarán recurrentemente generando mucha tensión orgánica, exceso de cortisol y de allí surgirán todo tipo de desórdenes físicos y mentales. ¿Por qué? El estrés hace que nuestras defensas bajen, y deja la puerta abierta a cualquier tipo de enfermedades.

Por otra parte, una situación que haya generado gran impacto y temor en nuestras vidas, puede convertirse en una gran pesadilla que limita nuestra interacción regular con nuestro entorno, por eso es una de las causas de los trastornos emocionales en personas de cualquier edad, y es normal, por ello debemos buscar apoyo psicológico.

Entre las señales que suelen indicar que estamos padeciendo un trastorno de estrés post traumático son: cambios drásticos de humor, evasión, pensamientos intrusivos sobre lo ocurrido, además de los cambios emocionales y las respectivas reacciones físicas, como la irritabilidad o el insomnio.

Problemas de personalidad…

Muchos tienen una predisposición especial de ver o analizar todo como algo negativo, se le denomina “inferencia arbitraria”, es una distorsión cognitiva. Los que son así, tienden a aumentar sus probabilidades de desarrollar problemas emocionales. Porque con frecuencia tienen pensamientos negativos sobre prácticamente todo lo que les ocurre a diario y generalmente las cosas nunca son tan malas como parecen.

Y no debemos olvidar la predisposición genética, se sabe que las personas que tienen familiares directos que han desarrollado problemas emocionales, tienen dos o tres veces más riesgos de padecerlos. Incluso, los factores ambientales y psicosociales juegan un rol importante en el desarrollo de éstos.

Por ello, todos debemos velar por vivir una vida en salud y bienestar, porque la bioquímica o neuroquímica de nuestro cerebro, pueden transformar nuestras redes neuronales, es decir, pueden determinar, para bien o mal, nuestra manera de reaccionar, sentir o pensar la vida. Por ejemplo, los que padecen de problemas emocionales tienen bajos niveles de serotonina, un neurotransmisor cuya función es la de regular nuestro ánimo, nos da bienestar, satisfacción, regula el deseo sexual y hasta la temperatura corporal. Además, debemos tomar en cuenta el rol que juega nuestro sistema endocrino en la regulación emocional. El cuerpo es una “maquina perfecta” cuyos sistemas se interconectan de manera perfecta o no, en función de nuestros hábitos.

¿Qué pasa cuando tenemos problemas emocionales?

Si no contamos con balance emocional podemos experimentar: inseguridad e inestabilidad emocional que nos lleva a depender constantemente de otros para resolverlo todo y además nuestro ánimo se trastocará fácilmente por cualquier cosa que pase. Además, tiendes a ser inconstante. Un día estas motivado, otro no, es decir, no eres emocionalmente estable. Pasas de la euforia a un profundo desgano.

Muchas veces, te muestras contrario a lo que usualmente eres, extrovertido, cariñoso, cuando usualmente eres tímido o retraído. Esto denota un inadecuado manejo emocional producto de la falta de barreras de contención propias, que puede degenerar en un mal manejo de la frustración por una carencia de inteligencia emocional.

Vives más tiempo triste que alegre, como si la vida estuviese en una permanente deuda contigo. Es un signo inminente de alerta porque de continuar por largo tiempo, puede dar pie a un padecimiento mucho más grave como la depresión.

Otra señal de alarma es no saber distinguir tu vida personal de la profesional, confundes los líos del hogar con los de alguna amistad, y por ende; dejas que todo lo que pueda estar pasando, por mínimo que sea, impregne todas las áreas de su vida.

Finalmente insisto, debemos estar muy atentos, si tenemos un pobre manejo de la frustración y no regulamos de manera medianamente buena nuestras emociones, al punto que son contradictorias o excesivas, o por el contrario nos sumergimos en negación emocional porque le restamos importancia a los sentimientos o vivimos permanentemente en piloto automático o restringimos lo que sentimos.

Te invito a buscar ayuda porque la inestabilidad emocional puede afectar muchísimo nuestras relaciones personales, la productividad y estabilidad de nuestra vida en general.

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