Organismos de seguridad en Chile detuvieron a cuatro miembros de una célula del Tren de Aragua en Santiago, acusados de homicidio calificado, trata de personas con fines de explotación sexual y tráfico de inmigrantes.
Los sujetos explotaban sexualmente a 30 mujeres, muchas de las cuales eran menores de edad, a pocos metros del palacio presidencial de La Moneda. En este sentido, trascendió que abrirán una investigación contra los clientes por abuso de menores.
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La investigación comenzó con una serie de hechos que develaron la actividad criminal de la organización. Según la policía, uno de los delincuentes se enamoró de una de las mujeres a las que explotaban sexualmente, esto habría significado una grave violación a los códigos del Tren de Aragua y los otros miembros lo asesinaron.
Tras encontrar el cadáver maniatado y quemado la policía inició una intensa investigación que dio con los sujetos.
El tribunal dio un plazo de 240 días en los que permanecerán privados de libertad mientras los investigadores siguen recabando pruebas que los incriminen.
El fiscal Sergio Soto explicó que esta célula del Tren de Aragua tenía su base en Venezuela, desde donde los “llaveros” pactaban los servicios sexuales mediante una página web y luego enviaban al “taxista” para llevar a las víctimas a su destino, recolectar el dinero y enviarlo de regreso hacia Venezuela.
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Los servicios sexuales tenían un costo de 100 dólares, de los cuales 50 tenían que enviar al Tren de Aragua en Venezuela. La célula en Chile se quedaba con 25 dólares y los 25 restantes eran para descontarlo de la «deuda» que le imponen a las mujeres de 5.036 dólares cuando las llevan a Chile.
La condición para su libertad era pagar la totalidad de la deuda. Las que no cumplían con al menos tres servicios a la semana eran castigadas sin comida ni agua y también maniatadas.
Con respecto al compañero asesinado, la banda establece que si una mujer con deuda inicia un romance con otra persona, este debe pagar la totalidad de la deuda. Sin embargo, trascendió que este hombre no lo hizo, razón por la cual lo asesinaron.
“Hay investigaciones en curso sobre este tipo de situaciones. Hay un tema que es relevante respecto del tipo de clientes, los clientes de explotación sexual infantil en estos casos eran clientes domiciliados en Vitacura, en el sector oriente de Santiago y por lo tanto respecto de ellos también se va a ejercer persecución penal”, declaró el subsecretario del Interior, Luis Cordero, según reza una nota de Emol.
“Quienes participan de estos delitos requiriendo estos servicios, quienes requerían y quienes actuaban como clientes tenían perfecto conocimiento de que eran menores de edad”, agregó.
