Un turista terminó dañando un cuadro del siglo XVIII en un museo de Florencia, Italia, luego de que intentó tomarse una selfie frente a la pintura y cayera sobre ella tras sufrir un pequeño traspié, según indicaron fuentes de la galería de arte.
Se trata del ‘Retrato de Ferdinando de Medici Gran Príncipe de Toscana’ pintado por Anton Domenico Gabbiani en 1722. Esta obra de arte se conserva normalmente en el Palazzo Pitti, pero se encontraba expuesto en la Galería de los Uffizi de forma temporal por una muestra sobre el ‘Settecento’.
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«Esta mañana (sábado) un turista ha tropezado cuando intentaba hacerse una foto y ha acabado apoyándose en el cuadro, rasgando su tela», indicó un comunicado de la pinacoteca.
No obstante, aseguraron que los daños sufridos por la pintura fueron «leves» y ya se procedió a retirar el retrato para su reparación, según reseñaron medios locales.
PROMETEN «LÍMITES» PARA LAS SELFIES
El director de la galería, Simone Verde, explicó que todo ocurrió cuando «el turista, queriendo hacer ‘un meme’ ante la pintura, posando como el príncipe Médici, cayó hacia atrás dañándolo».
Por eso, al denunciar este problema «creciente» de los visitantes que se hacen fotos ante las obras, poniéndolas en peligro, adelantó que se tomarán medidas contundentes para frenar este fenómeno.
«El problema de los visitantes que vienen a los museos a hacer ‘memes’ o selfis para las redes sociales es creciente: Pondremos límites muy precisos, impidiendo comportamientos no compatibles con el sentido de nuestras instituciones y el respeto del patrimonio cultural», aseguró el director de los Uffizi.
La semana anterior se presentó un hecho similar en un museo de Verona, cuando un turista intentó tomarse una foto simulando sentarse en la silla de Van Gogh.
Lo ocurrido quedó captado por las cámaras de seguridad del sitio y se hizo viral en redes sociales. En el material, se puede ver al visitante, tomando asiento en el objeto, al parecer sin intención de generar daños.
Esta situación hizo que muchos se cuestionaran si el arte contemporáneo está lo suficientemente protegido en espacios públicos. Además, pone en tela de juicio si los turistas realmente comprenden el valor de las piezas que se exhiben.