La desaparición y asesinato de Emily Pike, una adolescente de 14 años perteneciente a la tribu Apache de San Carlos, ha conmocionado a EEUU y su caso ha vuelto los medios por la recompensa que se pide por el o los responsables de su asesinato.
De acuerdo con lo reseñado por ABC15, Emily fue reportada como desaparecida el pasado 27 de enero tras escapar, una vez más, del centro operado por Sacred Journey Inc. en Mesa, Arizona.
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Su cuerpo desmembrado lo encontraron el 14 de febrero en una zona boscosa cercana a la Reserva India Apache de San Carlos, oculto en bolsas de basura.
Emily había huido del mismo hogar en múltiples ocasiones durante 2023, expresando su rechazo a permanecer allí.
En grabaciones policiales, se le escucha decir: “Odio ese lugar. Solo quiero ver a mi mamá” y “Quiero quedarme con mi abuela”.
A pesar de estas señales de angustia, las autoridades estatales no consideraron que el hogar tuviera responsabilidad directa en su muerte. Pero sí se abrió una investigación de licenciamiento para evaluar su actuación.
El hallazgo del cuerpo provocó una respuesta inmediata de las autoridades federales y tribales. El FBI y la Nación Apache de San Carlos ofrecieron una recompensa conjunta de 150.000 dólares por información que conduzca a los responsables del crimen.
La investigación involucra a múltiples agencias, pero hasta el momento no se han realizado arrestos ni se han revelado sospechosos.
Aunque las autoridades se mantienen herméticas sobre el avance de la investigación, confirmaron que el cuerpo fue encontrado desmembrado y repartido en varias bolsas de basura, en una escena tan perturbadora como macabra.
Lo cierto, que es el caso ha generado una ola de indignación pública y llevó a una audiencia legislativa en Arizona para revisar los protocolos de los hogares grupales y la respuesta ante fugas de menores bajo custodia estatal.
La tribu Apache, que colocó a Emily en el hogar, exigió reformas urgentes al sistema de licenciamiento estatal, señalando que el crimen fue “cruel, depravado y atroz”.