Nuevo informe de la NASA ofreció más detalles sobre el asteroide que podría impactar la Tierra en 2032

Angel David Quintero
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asteroide

Un nuevo informe de la NASA encendió las alarmas en la comunidad científica internacional debido a que descubrieron que el asteroide 2024 YR4, apodado “el destructor de ciudades”, es significativamente más grande de lo que se había calculado en un principio.

Aunque las probabilidades de impacto con la Tierra siguen siendo extremadamente bajas, su tamaño y cercanía lo mantienen como un objeto de alto interés para la defensa planetaria.

El asteroide fue descubierto el 27 de diciembre de 2024 por el sistema ATLAS (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides), que opera en el norte de Chile como parte de los programas de monitoreo de la NASA. Desde entonces, científicos del Centro de Planetas Menores y expertos en defensa espacial han seguido de cerca su trayectoria.

Gracias a nuevas observaciones realizadas por el telescopio espacial James Webb, se pudo estimar con mayor precisión su tamaño: entre 53 y 67 metros de diámetro, lo que equivale aproximadamente a un edificio de 10 pisos. Esto reduce el margen de error anterior, que ubicaba su diámetro entre 40 y 90 metros con base en imágenes ópticas desde la Tierra.

“Se trata de un cuerpo celeste lo suficientemente grande como para causar una devastación total en una ciudad en caso de impacto”, advirtió el Dr. Andy Rivkin, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins y parte del equipo investigador del Webb.

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Al momento de su descubrimiento, el 2024 YR4 tenía una posibilidad muy remota de impactar contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Con el refinamiento de los datos, esa probabilidad ha bajado aún más, hasta un 0,004%. En términos científicos, esto significa que no hay riesgo inminente para nuestro planeta.

Sin embargo, el panorama es diferente para la Luna. La probabilidad de colisión con nuestro satélite natural se duplicó, pasando del 1,7% al 3,8%. Aunque un impacto no tendría consecuencias catastróficas para la órbita lunar ni para la Tierra, representaría un evento histórico y de gran valor científico.

Además de su tamaño, el telescopio James Webb ha proporcionado detalles clave sobre la composición del asteroide. Según los estudios térmicos, el 2024 YR4 tiene una superficie rocosa y carece de polvo fino, una característica que podría estar relacionada con su rápido giro.

“Estos hallazgos nos permiten conocer mejor cómo se comportan estos cuerpos en el espacio y prepararnos para amenazas futuras. Es una oportunidad única de estudiar un asteroide con alto potencial destructivo, aunque sin un riesgo real para nosotros en el corto plazo”, concluyó el Dr. Rivkin.

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