La icónica cadena de restaurantes Hooters, conocida por sus alitas de pollo y su ambiente informal, ha presentado una solicitud de bancarrota bajo el Capítulo 11 en un tribunal de Texas (EEUU).
De acuerdo con Telemundo, esta decisión busca reestructurar su deuda de 376 millones de dólares y garantizar la continuidad de la marca.
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Como parte del plan, Hooters venderá más de 100 restaurantes de su propiedad a un grupo de franquicias liderado por algunos de los fundadores originales de la compañía, quienes prometen devolver a la marca su esencia original.
La bancarrota de Hooters refleja los desafíos que enfrentan las cadenas de restaurantes tradicionales en un mercado cada vez más competitivo.
Factores como el aumento de los costos de alimentos y mano de obra, junto con los cambios en las preferencias de los consumidores, han afectado significativamente a la industria.
Hooters no es la única cadena en esta situación. Otras marcas como TGI Fridays y Red Lobster también han recurrido a la bancarrota en los últimos años para reestructurarse.
El grupo comprador, que incluye a franquiciados experimentados, planea transformar a Hooters en un modelo de negocio completamente basado en franquicias.
Según Neil Kiefer, CEO de Hooters Inc., esta transición permitirá a la marca enfocarse en sus raíces y maximizar su potencial de crecimiento a largo plazo.
«Con más de 30 años de experiencia práctica en el ecosistema de Hooters, comprendemos profundamente a nuestros clientes y lo que se necesita no solo para cumplir, sino para superar constantemente sus expectativas», afirmó Kiefer.
Además, los restaurantes continuarán operando durante el proceso de reestructuración, asegurando que los clientes puedan seguir disfrutando de la experiencia Hooters.
Se espera que la cadena opere normalmente, pero algunos locales podrían cerrar durante el proceso de quiebra.
Fundado en 1983, Hooters se hizo famoso por sus alitas de pollo y el uniforme de sus camareros compuesto por pantalones cortos naranjas y camisetas sin mangas escotadas.
