La princesa de Gales, Kate Middleton, se ha caracterizado por ser una figura visionaria y moderna dentro de la familia real británica y, de acuerdo a filtraciones, se opuso a una antigua tradición que iba a involucrar a sus hijos.
La Corona tiene numerosos protocolos y rituales, entre los que destaca uno conocido como «desangramiento». Esta tradición de caza consiste en el príncipe o princesa debe untarse el rostro con la sangre de la primera presa que cace.
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Filtraciones indican que esta tradición se ha cumplido a rajatabla durante siglos, incluyendo al actual rey Carlos III y al príncipe Harry. Sin embargo, todo habría cambiado por una firme decisión que tomó Kate Middleton.
El autor Tom Quinn reveló que Middleton se opuso desde un primer momento a este ritual. En tal sentido, exigió que sus hijos, los príncipes George y Louis y la princesa Charlotte, no deban participar en esta tradición.
MIDDLETON TOMA INFLUENCIA
El príncipe Harry confirmó esta tradición en sus memorias Spare y recordó que su primera presa fue un ciervo. De acuerdo a su relato, el asistente de caza lo empujó hacia el cadáver del animal, algo que lo impactó con su corta edad.
«Me gritó: ‘¡Más cerca!’ Lo suficientemente cerca como para oler las axilas de Sandy. Puso una mano suavemente sobre mi cuello, y ahora pensé que me iba a abrazar y felicitarme. ‘Buen chico’. En cambio, empujó mi cabeza dentro del cadáver», afirmó.
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Tomando en cuenta esta experiencia, Middleton no formen parte de esta experiencia al considerarla innecesaria. No obstante, también está cerca de hacer historia en otro ámbito, al convertirse en la primera princesa en emitir sus propias órdenes reales en más de un siglo.
Especialistas en la realeza indican que este protagonismo y poder de Middleton dejan claro la evolución de su papel en la familia real. Además, es una evidente señal de su influencia en la configuración de la monarquía británica moderna.
