Ciudades controladas por demócratas ejecutarán planes para oponerse a la deportación masiva que prometió el presidente electo de EEUU, Donald Trump, apenas regrese en enero a la Casa Blanca.
De acuerdo con lo reseñado por NBC News, las ciudades de Los Ángeles, Chicago y Filadelfia prometieron proteger a las personas que viven en EEUU sin autorización.
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Esta política iría en contra de los esfuerzos de la administración entrante de Trump para llevar a cabo, lo que ha dicho, que será el mayor esfuerzo de deportación de la historia.
De hecho, El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles se ha declarado santuario para migrantes, y la ACLU del Sur de California presentó este mes una demanda contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. Se exigió detalles sobre cómo la administración entrante planea llevar a cabo las redadas.
Los funcionarios locales reconocen que las ordenanzas y declaraciones no pueden detener las deportaciones, pero dicen que las tácticas pueden obstaculizar los esfuerzos y retrasar la aplicación de la ley en el terreno.
“El miedo de la gente es increíblemente alto”, dijo el concejal de Filadelfia Rue Landau. “Se están preparando para lo peor y depende de nosotros, como líderes locales, demostrar la fortaleza de nuestras ciudades”, sostuvo.
“Las ciudades santuario no son solo un marco legal”, dijo recientemente el concejal de la ciudad de Los Ángeles Curren D. Price Jr.
“Representan un compromiso moral con la defensa de la dignidad humana, la protección de las familias y la garantía de que todos, independientemente de su estatus migratorio, puedan vivir sin miedo”, sostuvo.
Sin embargo, el presidente entrante dijo que “no tiene otra opción” que deportar a las personas que viven ilegalmente en el país y le ha dicho al mencionado medio que “no hay precio” para hacer esa tarea.