La inflación en EEUU ha mostrado señales de desaceleración, según los últimos informes de la Reserva Federal (Federal Reserve System, también conocida informalmente como Fed).
En agosto, el índice de precios al consumidor (PCE), que es el indicador preferido por la Fed para monitorear la inflación, cayó a un 2.2 % interanual, una disminución significativa desde el 2.5 % del mes anterior.
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Este descenso, ha generado expectativas de que la Fed podría continuar reduciendo las tasas de interés en los próximos meses.
El informe del Departamento de Comercio reveló que los precios aumentaron solo un 0.1 % de julio a agosto, comparado con el 0.2 % del mes anterior.
Esta tendencia a la baja en la inflación es vista como una señal positiva para la economía estadounidense, ya que podría aliviar la presión sobre los consumidores y las empresas.
Además, la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de alimentos y energía, también mostró una disminución, aumentando solo un 0.1 % en el mismo período.
Como se sabe, la Fed ajustó sus políticas monetarias para controlar la inflación, y estos nuevos datos podrían influir en sus decisiones futuras.
En su última reunión, la Fed decidió reducir su tasa de interés principal en medio punto porcentual, y los directivos del banco han indicado que podrían realizar más recortes en noviembre y diciembre. En concreto, otro medio punto.
Esta estrategia busca estimular la economía y mantener la inflación cerca del objetivo del 2 % establecido por la Fed.
