Las remesas enviadas desde Estados Unidos a Latinoamérica son claves para miles de familias que sobreviven gracias al dinero que le envían sus allegados desde territorio norteamericano, pero un nuevo impuesto propuesto por el presidente de ese país, Donald Trump, podría poner en peligro esa práctica vital para algunas economías de la región.
Pero este nuevo arancel no solo supone un riego para los familiares de los migrantes que las envían desde suelo estadounidense, sino también para las tiendas que se encargan de enviar y recibir estas remesas.
Aunque se trata de un proyecto que inicialmente fue aprobado por la Cámara de Representantes de EEUU, aún se encuentra en estudio.
La tasa de este arancel, que Trump propuso en un 5%, esta lejos de estipularse, no obstante los congresistas estarían considerando un porcentaje menor.
MÉXICO SERÍA UNA DE LAS NACIONES MÁS AFECTADAS DE APROBARSE LA MEDIDA
De acuerdo con Claudia Pacheco, presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, uno de los países más afectados por la nueva medida sería México, ya que este país recibe un 40% de las remesas salen de Estados Unidos.
Por ahora, el proyecto de impuestos a remesas se aprobó por la Cámara de Representantes de EEUU y ahora seguirá su curso legislativo en el Senado, reseñó El Heraldo USA.
Hasta el momento, medios locales aseguran que la propuesta de impuesto a las remesas recae solo en los migrantes, que incluiría a aquellos que tienen su residencia permanente (green card), pero excluiría a los ciudadanos nacidos en territorio norteamericano o naturalizados estadounidenses.
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Es decir, solo se apunta al flujo de dinero que envían los migrantes extranjeros a sus países, incluso si tienen estatus legal.
La imposición de este impuesto a las remesas traería algunas afectaciones, en especial para los migrantes, quienes optarían por métodos alternativos como criptomonedas, u otras vías no reguladas que dificultan la fiscalización y recaudación.
En el caso de México, expertos apuntan que uno de los cambios es en el ingreso de remesas al país, ya que en 2024 se recibieron 64.750 millones de dólares, donde 62.500 millones provienen de Estados Unidos. Además las remesas equivalen al 3,5 por ciento del PIB de México.
