"Hay racismo, pero también plata", venezolanos dicen que "encuentran oportunidades" en Guyana - Caraota Digital

«Hay racismo, pero también plata», venezolanos dicen que «encuentran oportunidades» en Guyana

Jhoan Melendez
Por Jhoan Melendez 2 Min de Lectura
2 Min de Lectura
Foto: El País

Venezolanos que han migrado a Guyana han encontrado en ese país una nueva oportunidad de vida pese a las tensiones actuales por el territorio Esequibo entre esa nación y su natal Venezuela y, aunque reconocen que han sido víctimas de racismo, no ocultan que allí se puede hacer «mucha plata».

Se estima que en ese país hacen vida unos 35.000 migrantes venezolanos.

LEA TAMBIÉN: VIDEO: MADURO DIJO QUE EL TEMA ESEQUIBO SE TRATARÁ EN LA CELAC Y CARICOM: «QUE NINGÚN ACTOR EXTRA REGIONAL INTENTE METER SUS MANOS»

Kenny Rodríguez, un connacional de 30 años y padre de tres hijos, asegura: «En Guyana hay racismo, pero también mucha plata». Llegó a ese territorio en canoa, proveniente desde San Martin de Turumbang, en la frontera. Desde entonces, comenzó a trabajar en minas de oro y diamantes.

«Pero cónchale, muchas enfermedades ahí, mucho paludismo», relató a El País de España. Por ende, se animó a irse a Georgetown, capital de Guyana. Allí, montó un puesto de comida. El venezolano va saludando por la calle a todo: «oye, mi pana», «papi, qué fue». Cuenta que allá es fácil ganarse el respeto de la gente «si no andas bandoleando».

BOOM PETROLERO

Guyana atraviesa un boom petrolero después que la empresa energética estadounidense, Exxonmobil, encontrara yacimientos ricos en petróleo en 2015. Esto ha provocado que en los últimos dos años, ya se vea el impacto económico de ello, luego de que su PIB creciera un 62%. Además, se espera que a final de este 2023 incremente en un 37%.

Por su parte Joana Flores, de 45 años, llegó a Guyana en 2017 debido a que no se necesitaba visa allí para ingresar. Desde entonces, no ha vuelto a salir de la nación guyanesa.

«He hecho aquí mi vida entera. Me traje a mis dos hijas y he adoptado un bebecito negro, en un hospital de aquí», comenta desde un bar que montó en Georgetown.

Compartir este artículo